La mayor parte de arquitectos preferimos lo que consideramos una estética actual. Pero particularmente no comparto el gusto por extravagancias "originales", y menos aún por los clichés, lugares comunes o fórmulas tronadas de la arquitectura "moderna" (esos detalles que hacen que se la llame "de diseño"). Creo que el interés de la arquitectura ha de emanar del ajuste a su función y a la economia de obra, es decir, de su honestidad, que no excluye una poética del espacio ni una valentía responsable cuando usuario y arquitecto comparten sensibilidad.
Por eso hemos sido bastante eclécticos en arquitectura doméstica para el promotor-usuario, i hemos hecho un esfuerzo por adaptarnos a los deseos de los clientes y entenderlos, aunque no siempre ha sido posible. Esto se puede comprobar en la colección de fotografias que mostramos en la pàgina "Obras".
Por ejemplo, aquí teníamos lo que llamamos un chalet urbano de prestigio.